viernes, 12 de diciembre de 2014

No more lies.

Todo el mundo miente, todo el mundo tiene versiones del mismo hecho dependiendo de a quién se las cuente y todo el mundo lastima sin darse cuenta. Nadie es perfecto, todos tenemos defectos que intentamos mejorar cada día. No me gustan las mentiras, nunca me han gustado y me siento fatal cada vez que descubro una, pero está en mi mano decidir qué personas vale la pena perdonar y qué personas es mejor alejar de mi camino. Tal vez no siempre elija bien, yo también me equivoco y en ocasiones ni siquiera entiendo por qué me han mentido ni con qué propósito; así que tengo que esperar a ver si aparece alguna señal que me indique qué camino seguir. Tal vez por eso las mentiras sin sentido sean las más difíciles, porque quizás piensen que qué más da mentir en algo que ni siquiera les afecta, sin pararse a pensar que precisamente una mentira que no atañe a la persona puede hacer tambalearse toda la imagen que esta tiene de ti. ¿Si me ha mentido en esto, en qué más me estará mintiendo? Y así vamos, siempre intentando elegir el camino con menos obstáculos, pero a veces las apariencias engañan..

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Todavía no..

Cuando pensaba que ya había dado un paso adelante dejando todo atrás, vuelves a aparecer en mi vida y las cicatrices vuelven a surgir. No tienes ni idea de lo estúpida que me siento por volver a darle vueltas al pasado y pensar que tal vez todo se podría arreglar, pero no.. no puedo volver a lo mismo, no puedo volver a todo el daño que nos hicimos. Da igual que otras personas estén en nuestras vidas y tal vez trastoquen nuestra historia añadiendo detalles que tal vez no sean ciertos porque yo he decidido tener en cuenta sólo aquello que viví y que de por sí ya duele. Por tu culpa ni siquiera soy capaz de fiarme de la gente, quizás porque las puñaladas todavía me duelen, así que no tendré en cuenta terceras versiones a la hora de tomar mis decisiones. Soy fuerte y creo que nos va mejor a todas por separado, sin discusiones, sin líos, sin llantos. Tal vez tampoco tengamos las risas ni el cariño, pero seamos sinceras... al final ya no quedaba nada de eso. 

Un año después sólo espero que todo os vaya bien, que seáis felices y recordéis los buenos momentos que vivimos. A lo mejor, algún día, cuando todo esto deje de doler podremos sentarnos a tomar un café las tres y recordar lo bueno que teníamos, volviendo a sonreír y disfrutar de un rato agradable juntas. Pero sé que nunca volveremos a ser nosotras contra el mundo porque eso lo perdimos cuando decidimos que otra gente importaba más que lo que teníamos.