martes, 30 de septiembre de 2014

Hipersensibilidad.

Nunca he sido una persona de esas que dicen tener un amigo mejor que el resto, nunca he vivido una amistad de esas que ven en las películas en las que hay amigas inseparables que pasan toda su vida una al lado de la otra, que se lo perdonan todo y generalmente no tienen peleas. Tampoco es que no tenga amigas, tengo muchas y cada una me aporta algo diferente y especial, pero ninguna ha llegado a ser mi mejor amiga. A veces me pregunto por qué no he conseguido llegar a tener una relación así con alguien, por qué siempre surgen momentos incómodos y termino sintiéndome juzgada. Tal vez sea porque nunca encuentro alguien con mis gustos, para algunas de mis amigas soy un poco friki porque me gustan los juegos de mesa, jugar a rol y leer libros de fantasía; sin embargo, para otras soy un poco clon del resto de la sociedad porque me gusta salir de fiesta a bailar, maquillarme, hacerme selfies, leer literatura juvenil y ver películas y series que califican como "malas". El caso es que siempre acabo entre un extremo y otro sin dar con personas que estén en mi misma situación. 

No quiero que se malinterprete porque las adoro a todas y sé que sus comentarios ocasionales no son dirigidos a hacerme daño sino que son sus opiniones sobre cosas que a ellos no les gustan y a mí sí, pero a veces duele porque parece un menosprecio y soy de las que creen que los gustos no hacen a las personas y que cada uno tiene a los suyos. 

O tal vez sea yo que soy una hipersensible, yo que sé.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Tan cerca y a la vez tan lejos..

A unos kilómetros de aquí estás tú celebrando tu gran día y yo aquí pensando en todas las cosas bonitas que quiero decirte y no puedo. Me enfado conmigo misma por sentirme nostálgica después de todo el daño que me has hecho, que nos hemos hecho; pero sabes que siempre he sido una blanda y si me permito hablarte volveré a caer. Y no, no quiero volver a caer o al menos eso es lo que me repito cada vez que se me hace un nudo en el estómago al recibir noticias tuyas. Me repito que no te echo de menos, al menos no echo de menos todas esas heridas que todavía siguen abiertas ni todas las peleas que me dejaron sin lágrimas para llorar. Me repito que sólo extraño los momentos juntas porque de vez en cuando lo pasábamos bien y eso hacía que todo lo malo se nublase. 

Pero a pesar de todos los momentos malos que han separado nuestros caminos, espero que hoy el día te salga redondo y que seas una de las personas más felices del universo. Espero que te veas preciosa en tu vestido de novia y que todos se giren al verte pasar. Quiero que disfrutes de este día tan importante en tu vida, un día que marcará un antes y un después, pues dejarás de ser una soltera de oro para convertirte en una mujer casada y feliz. Quiero que lo celebres con los que más te quieren y que todo sea una fiesta de sonrisas y lágrimas de felicidad. Ni siquiera deseo que me eches de menos porque eso sólo ensombrecería un poco todo lo bonito que tiene una boda y sería echarla a perder, así que no pienses en mí siquiera porque sólo soy una persona más que se quedó por el camino, un bonito y tal vez triste recuerdo. 

Hace uno o dos años pensaba que estaría en este día tan especial, que me hartaría a llorar mientras llegabas al altar y te daría mil abrazos al salir de la iglesia para darte la enhorabuena y desearte miles de instantes felices. Nos imaginaba eligiendo el vestido, en la despedida de soltera, bailando hasta caer rendidas y todo con sonrisas de oreja a oreja, histéricas de felicidad. Puede que yo no haya podido vivir todas esas cosas bonitas contigo, pero espero que tú sí lo estés viviendo intensamente de principio a fin y que tengas a alguien ahí para compartir tus alegrías, para decirte lo loca que estás por casarte y para hacer todas esas tonterías que sabes que yo haría, como idear mil planes y detalles bonitos, hacer mil fotos, saltar de felicidad o simplemente estar ahí para todo lo que necesitases. Porque siempre es bonito tener a alguien que esté dispuesto a todo por hacerte un poquito más feliz y yo lo estaba, pero nuestros caminos se han separado y ahora ni siquiera puedo decirte todo esto. 

Por eso escribo esta entrada, porque hay cosas que una no se puede guardar dentro y aunque quizá no lo leas nunca, al menos no siento que se pierden estos deseos tan buenos. Soy de las que creen que no sólo hay que sacar fuera las cosas malas, sino que las buenas también porque así dejan espacio para más pensamientos felices. Sólo espero que si algún día llegas a leer esto sonrías al recordar todos aquellos momentos buenos que vivimos, el resto no merece la pena ser recordado siquiera. 

¡Oh, sí pequeña! Enhorabuena y sé feliz.